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lunes, 21 de octubre de 2024

Sesión de Observación Astronómica para la Semana Cultural de Cózar 2024

La noche del viernes 16 al sábado 17 de Agosto de 2024 disfrutamos de la segunda observación astronómica que el Club Ojos de Gata tuvo el placer de ofrecer a toda la gente de Cózar con motivo de la Semana Cultural 2024.

Tal y como ocurrió el año pasado, también tuvimos que mover la fecha inicial debido, en este caso, a la coincidencia con otros actos del programa cultural de la Semana. Hubiéramos preferido hacerlo la noche del 12 de Agosto, con luna media y además con la posibilidad de contemplar las Perseidas, pero hay que adaptarse a lo posible. Lo importante, creemos, es dar a probar la pasión por el conocimiento de nuestro Universo, y eso se puede hacer en cualquier momento (menos cuando hay nubes :-) )

También tuvimos unos problemillas logísticos al principio de la sesión, ya que hubo varias personas que no encontraron a la primera el lugar de la observación, que no estaba del todo correctamente indicado en el programa. Pero al final todos pudieron observar por nuestro telescopio las atracciones que ofrecía el cielo esa noche. Y cuando decimos todos, es un TODOS con mayúsculas, porque acudieron muchas personas a la sesión, muchas más de las que esperábamos. Así que damos las gracias desde aquí a todos los asistentes por su paciencia y colaboración, guardando turno pacientemente para tener unos segundos de acceso a nuestro Universo, y prometemos aprender para organizar mejores sesiones en el futuro.

Comenzamos con una introducción de nuestra presidenta Iria en la que explicó el porqué de nuestro nombre "Ojos de Gata" y luego repasamos las constelaciones y estrellas más importantes que podían apreciarse a simple vista. Finalmente nos dirigimos a nuestro Celestron Schmidt-Cassegrain StarSense Explorer DX6 para observar la Luna y Saturno.

Fotografía de móvil a través de ocular

En el caso de la Luna hubo que utilizar un polarizador (las gafas de sol de un telescopio, para entendernos), ya que el brillo de nuestro satélite era demasiado grande para la observación directa. Como ya sabéis, siempre recomendamos la observación de la Luna desde Luna Nueva a Cuarto Creciente, y desde Cuarto Menguante a Luna Nueva, evitando los días próximos a Luna Llena, porque se obtiene mejor visión y mucho más contraste. Añadimos una fotografía de la Luna obtenida por Iñaki aplicando su teléfono móvil al ocular del telescopio en la que se pueden apreciar bastante bien algunos cráteres en la zona del terminador.

Imagen de Stellarium

A continuación observamos Saturno con diversos oculares de menor a mayor aumento. Lamentablemente la posición de los anillos con respecto a la Tierra hizo menos espectacular la visión de este planeta que el año pasado, además el brillo de la Luna impidió apreciar fácilmente alguno de sus satélites; aun así todos aquellos que pudieron apreciar con sus ojos algún detalle del segundo gigante de nuestro Sistema Solar no lo olvidarán con facilidad. En la imagen creada con Stellarium, se puede apreciar aproximadamente el resultado de la observación. 

Mizar y Alcor en el centro de la imagen

La gran cantidad de asistentes provocó que no tuviéramos tiempo de intentar la observación de la Galaxia de Andrómeda como era nuestro propósito inicial, pero como bonus para los más entusiastas enfocamos el telescopio a Mizar, la estrella central del "mango del cazo" de la Osa Mayor, para apreciar  a su compañera Alcor, separada de Mizar por menos de 12 minutos de arco. Ambas estrellas están físicamente a unos 3 meses luz la una de la otra, y aunque parece que se mueven juntas no está claro que formen un auténtico sistema binario. Podéis ver a continuación algunas fotografías tomadas por Xandra.


Casiopea

Osa Mayor y Osa Menor (a la derecha la estrella Polar)

El vicepresidente del Club y su espada láser (puntero astronómico)


jueves, 29 de febrero de 2024

29 de Febrero

No queremos dejar pasar la oportunidad que nos ofrece estar en año bisiesto para contar algunas cosas sobre el porqué del 29 de Febrero y su relación con la Astronomía y la medida del Tiempo.

GAIVS JVLIVS CAESAR

Conocemos como año bisiesto a aquel año del calendario que contiene un día adicional. La propia expresión "bisiesto" procede del latín BIS SEXTVS DIES ANTE KALENDAS MARTII, literalmente Repetición del día sexto antes de las Calendas de Marzo; lo que traducido a nuestro calendario actual significaría algo así como repetición del 24 de febrero

Este día se añade para tratar de mantener sincronizados nuestro año calendario (también llamado año natural o año civil) con el año astronómico. Esta sincronización es necesaria porque el año astronómico o sideral (el tiempo que tarda la Tierra en completar una órbita alrededor del Sol) no contiene un número entero de días, sino que dura algo menos de 365 días y cuarto, mientras que el año calendario consta exactamente de 365 días. Intercalando un día adicional cada cierto tiempo se puede, en principio, mantener la sincronización entre ambos calendarios, el civil y el astronómico.

El primero en introducir el día adicional en Occidente fue Julio César, en el año 45 a.n.e. cuando reformó el antiguo calendario Romano para hacerlo consistente con el calendario solar utilizando las ideas al respecto que aprendió en Egipto. No solo sincronizó ambos calendarios añadiendo de golpe 80 días al año 46 a.n.e. sino que ajustó las medidas de los meses tradicionales romanos y eliminó los meses intercalares. Finalmente incluyó la regla de añadir un día adicional cada cuatro años al final de Febrero (último mes del año en el calendario romano tradicional). Nació así el llamado Calendario Juliano.

Ocurre que, aunque bastante buena, la aproximación egipcio-romana no es perfecta. Un año trópico dura 365.2422 días, no exactamente 365.25 como asume la reforma de Julio César (La diferencia entre año sidéreo y año trópico es sutil y no necesaria para entender el tema que estamos tratando, baste con comprender que estamos añadiendo tiempo de más).  La consecuencia es que el calendario Juliano se desincroniza del solar aproximadamente tres días cada 400 años. Puede no parecer mucho, pero en 1600 años se acumularán más de 12 días de separación entre la medida civil y la real; y esto empezó a ser un problema para la Iglesia Católica, cuya fiesta de la Pascua se regía, como todavía hoy, por un calendario lunar. 

La Pascua se celebra tradicionalmente el primer domingo después de la primera luna llena posterior al 21 de marzo (equinoccio de Primavera en el hemisferio norte); y con el calendario Juliano la fecha del 21 de marzo se alejaba cada vez más del propio equinoccio. Así que el Papa Gregorio XIII decidió arreglarlo de un plumazo y, a imagen de Julio César, decretó que el día 4 de octubre de 1582 sería seguido del 15 de octubre del mismo año; restando así los 12 días de más que se habían acumulado en 16 siglos. Para evitar que el calendario Juliano siguiera añadiendo días de más se introdujo una modificación a la reforma de Julio César: se seguiría añadiendo un día en los años que fueran divisibles por cuatro, pero con una excepción: si el año es divisible por 100 solo será bisiesto si además es divisible por 400.

Calendario que muestra que 1900 no fue bisiesto

Es decir, desde 1582 se siguió añadiendo un día cada cuatro años, con la excepción de 1700, 1800 y 1900. El año 2000 fue bisiesto porque, aunque divisible por 100, también lo es por 400; mientras que 2100 volverá a no ser bisiesto. Se eliminan así los 3 días que añadía cada 400 años el calendario Juliano; y llamamos al nuevo calendario reformado Calendario Gregoriano.

Hasta ahora hemos explicado la necesidad de añadir días al calendario civil cada cierto tiempo, pero todavía no hemos hablado del 29 de Febrero como tal. Recordemos que en el calendario Juliano, en uso hasta el siglo XVI, el día que se añadía cada cuatro años era una repetición del día 24 de febrero. El caso es que no hemos podido encontrar de forma fehaciente fuentes que nos indiquen cuando se abandona la repetición del día 24 para pasar a añadir el día 29: parece que en Inglaterra empezó a ser práctica común durante el siglo XV, pero no se estableció como ley hasta 1750. 

Misal Romano mostrando la fiesta
de San Mateo

Es muy posible que la celebración cristiana de las fiestas de San Mateo, precisamente el 24 de febrero, y las incomodidades que eso producía para saber cuándo era dicha fiesta, provocaran, a lo largo de los siglos XVI a XVIII, el abandono del día 24 duplicado y su sustitución por el día 29 de febrero; pero más allá del dato de Inglaterra no hemos encontrado más detalles.

Esperamos que haya quedado más o menos claro. En cualquier caso, cualquier persona con dudas o interés en profundizar en el tema puede contactarnos con total libertad. Hasta la próxima.

lunes, 6 de noviembre de 2023

El Sistema Solar es... graaaaaande! (Segunda Parte) y alguna cosa más.

Retomemos el viaje que iniciamos en un artículo anterior para recorrer nuestro Sistema Solar en un modelo a escala que, recordemos, situaba al Sol como una esfera de 2 metros de diámetro en la plaza de Cózar. Habíamos llegado al Cinturón de Asteroides y es hora de alejarnos hasta el más grande de los planetas, algunas veces denominado como una estrella fallida, su majestad celestial Júpiter, al que encontraremos en el camino del Cementerio, a 1 Kilómetro y 120 metros del Sol, representado por una pelota de 20 centímetros de diámetro, como esas pequeñas pelotas de gomaespuma con las que juegan niñas y niños pequeños.

Comparativa Júpiter, Tierra-Luna, Io.
Pero miremos con atención en los alrededores de la pelota y veremos cantidad de pequeñas, pequeñísimas bolitas. Cuatro de ellas podrían llamar nuestra atención, son las lunas de Galileo, los cuatro satélites principales de Júpiter observados por primera vez por el padre de la Física Moderna. Son Io, una bolita de 5,2 milímetros de diámetro a 60 centímetros de Júpiter; Europa, de 4,5 milímetros, más pequeña que nuestra Luna, a casi 1 metro de la pelota de goma; Ganímedes, de 8 milímetros, a metro y medio del Planeta Rey, siendo así el mayor de todos los satélites del Sistema Solar; y Calisto, de 7 milímetros a 2 metros y 70 centímetros de nuestro Júpiter de goma.

Es hora de dirigirnos al planeta favorito de la observación astronómica, Saturno y sus anillos. Para encontrarlo tendremos que tomar el Camino de la Casa del Monte y a 2 Kilómetros del Sol, al poco de pasar la curva a la izquierda de este camino marcada por una vieja señal, encontraremos una pelota de 16,7 centímetros de diámetro. Es una pelota algo especial porque la rodean tres aritos a unos 3, 5 y 9 centímetros de su superficie. Además, a metro y 75 centímetros del centro de Saturno veremos otra bolita, de 7,4 milímetros de diámetro, Titán, el segundo mayor satélite del Sistema Solar.
Saturno fotografiado por Cassini-Huygens


Dejamos atrás las dos mayores atracciones de nuestro hogar en la Vía Láctea y toca ahora armarse de paciencia para alcanzar los dos otros gigantes del Sistema. Localizamos a Urano a 4 Kilómetros y 130 metros del Sol, justo en el cruce entre las carreteras de Torrenueva y Valdepeñas, representado por una pelota de 7,3 centímetros, algo mayor que una pelota de tenis. Finalmente llegaremos a Neptuno si nos alejamos a 6 Kilómetros y 470 metros del Sol, por ejemplo en las ruinas de Xamila, ya en Infantes, y lo reconoceremos como otra pelota de tenis algo sobredimensionada de 7 centímetros de diámetro. A medio metro de Neptuno repararemos en una bolita de 4 milímetros de diámetro, es Tritón, su satélite principal.

A continuación podemos ver la representación en Google Maps del Sistema Solar Exterior Cozareño:

Sistema Solar centrado en Cózar.

Ah, pero, ¿todavía queréis ir más lejos? Recordad que nuestro modelo se ha originado tomando como referencia el Sol, transformado en una gran esfera de 2 metros de diámetro, lo que indica que estamos usando la escala 1:696.000.000, en la que 1 metro representa 696,000 Kilómetros, y con esta gigantesca escala para llegar a Neptuno estamos ya a las puertas de Villanueva de los Infantes. 

¿Dónde podríamos encontrar a Plutón, el planeta enano que domina la región llamada Cinturón de Kuiper? Tendríamos que alejarnos a 8,4 kilómetros del Sol, más o menos en el centro de Torre de Juan Abad. Y para alcanzar Eris, el mayor planeta enano descubierto hasta ahora en el Disco Disperso, nos alejaremos a 14,6 Kilómetros, como al extremo sur de Villamanrique. En el propio Disco quedarían incluidas Almedina, Santa Cruz de los Cáñamos, Puebla del Príncipe, Montiel, Villahermosa, parte de Infantes (la otra parte en el Cinturón de Kuiper), parte de Carrizosa, Alcubillas, Pozo de la Serna, el embalse de La Cabezuela y la mismísima Cabeza del Buey, rozando Castellar de Santiago, prácticamente la comarca entera del Campo de Montiel. Veámoslo en el mapa:

Cinturón de Kuiper y Disco Disperso con centro en Cózar.

Hemos llegado a los límites convencionales del Sistema Solar pero no nos queremos despedir sin algunos otros datos interesantes que nos ayuden a imaginar la inmensidad del Cosmos.

Si en nuestro modelo quisiéramos representar Alpha Centauri, la estrella (en realidad una estrella triple) más cercana a nuestro Sol y situada a 4,4 años luz (más de 41 billones de kilómetros) tendríamos que hacerlo a casi 60.000 kilómetros de Cózar. Puesto que no hay nada sobre la superficie de la Tierra a tanta distancia, para situar nuestra esfera, en este caso de 2,5 metros de diámetro que representara a Alpha Centauri, nos tendríamos que subir a una nave espacial que nos llevara al límite convencional de la magnetosfera, campo magnético que rodea la Tierra y la protege de partículas cargadas procedentes del Sol.

Andrómeda, un billón de bolitas :)
¿Y si queremos llegar al centro de nuestra galaxia en nuestro modelo? Dicho centro se situa a unos 25.000 años luz, por lo que en nuestro modelo tendríamos que viajar a 337 millones de kilómetros, es decir más allá del Cinturón de Asteroides. 

Tomemos aire para recapacitar, situando el Sol en el centro de nuestro pueblo, representado por una pelota de 2 metros, para representar el centro de la Via Lactea tendríamos que viajar más allá de Ceres, acercándonos a la órbita de Júpiter.

Y para acabar de reventar nuestra capacidad de imaginar, ¿dónde tendríamos que situar, en nuestro modelo, nuestra galaxia hermana Andrómeda, que en realidad está a 2 millones y medio de años luz? Nada más fácil, vayamos a 35 mil millones de kilómetros de la Tierra, es decir acerquémonos a la Alpha Centauri real, cosa que ninguna nave ha hecho jamás ni de lejos, y coloquemos allí un billón de globos. Si has llegado hasta aquí recuerda que, a escala cósmica, apenas hemos dado un solo paso. 

lunes, 23 de octubre de 2023

Eclipse Parcial de Luna el 28 de Octubre

Durante la noche del 28 de octubre de 2023 será posible observar desde toda la Península Ibérica un eclipse parcial de Luna.

Se llama Eclipse de Luna al fenómeno astronómico durante el cual la Tierra se interpone entre el Sol y la Luna impidiendo así que la luz de nuestra estrella llegue a nuestro satélite. La Tierra genera un "cono de sombra" que oscurece la Luna. 

Los eclipses de Luna pueden verse desde cualquier parte de la Tierra en la que sea de noche y duran varias horas. Además, a diferencia de los solares, no necesitan ningún tipo de precaución para ser observados, ya que la luz que llegará a nuestros ojos es menor que la que llega de la contemplación de una Luna llena.

Podemos distinguir tres tipos de eclipse lunar dependiendo de donde se sitúe la Luna con respecto a la sombra que proyecta la Tierra. Dicha sombra se puede dividir en dos zonas: Umbra (del latín Umbra, literalmente Sombra), donde no llega la luz solar directa, y Penumbra (del latín Paene, casi y Umbra) donde la luz es bloqueada parcialmente como se ve claramente en el gráfico del Instituto Geográfico Nacional.


El eclipse es total cuando el "cono de sombra" intercepta completamente a la Luna. Ésta no desaparece completamente, sino que se puede ver con un color rojizo; esto es debido a que, aunque la Tierra proyecte su sombra sobre la Luna, parte de la luz solar es refractada por nuestra atmósfera y es capaz de llegar a la Luna. Si la Tierra no tuviera atmósfera, la Luna quedaría totalmente oscurecida, pero tampoco estaríamos aquí para observarlo.

Si solo parte de la Luna está en Umbra, mientras que la otra parte está en Penumbra, estamos ante un eclipse parcial, como el que podrá verse en unos días, en el que solo parte de la superficie lunar se ve oscurecida.

Finalmente, si toda la Luna está en Penumbra, el eclipse será penumbral y solo se podrá apreciar un leve oscurecimiento de su superficie.

Es también muy interesante comprender cuándo pueden producirse los eclipses lunares y por qué no se dan cada vez que Sol, Tierra y Luna están "alineados", cosa que ocurre cada mes "lunar":

Ocurre que el plano por el que orbita la Luna alrededor de la Tierra está inclinado 5º con respecto al plano por el que la Tierra orbita alrededor del Sol. Ambos planos se cortan en una recta que tiene dos puntos importantes llamados "Nodos", que están donde dicha recta coincide con la órbita lunar.

Pues bien, puesto que los eclipses requieren un alineamiento casi perfecto, el eclipse lunar se dará solo cuando la Tierra esté entre el Sol y la Luna y, además, la Luna se encuentre en uno de los Nodos. Igualmente, un eclipse Solar solo se producirá con la Luna en el Nodo opuesto.


Como curiosidad adicional comentaremos que los antiguos astrónomos veían en los eclipses lunares una manera muy cómoda para convencerse de la forma esférica de la Tierra. Se dice que hasta Magallanes usó este argumento para evitar un motín en la primera circunnavegación de la historia.

Dibujo de un antiguo libro de Astronomía que explica como determinar la forma de la Tierra por su sombra en la Luna

Para concluir os dejamos el detalle del horario en el que observar el próximo Eclipse Lunar Parcial desde Cózar.

lunes, 9 de octubre de 2023

El Sistema Solar es... graaaaaande! (Primera Parte)

Seguramente estamos muy acostumbrados/as a ver en los libros de Astronomía o Geografía dibujos que nos muestran mapas del Sistema Solar, en los que aparece el Sol, los Planetas, los asteroides, y algún planeta enano, como en este gráfico:

Gráfico del Sistema Solar
En la mayoría de ellos habrá una anotación que nos advierte de que ni el tamaño de los astros ni sus distancias aparentes al Sol están reflejadas a escala sino que, en realidad, los planetas son mucho más pequeños que en el dibujo y están situados mucho más lejos de nuestra estrella.

Globo de 2 metros
Pero... cómo podríamos representar un Sistema Solar a escala para hacernos una idea auténtica de los tamaños de sus componentes y las distancias que los separan? Bien, hay una manera muy visual, aunque tengamos que imaginarla un poquito, y usaremos nuestro pueblo y sus alrededores para explicarla. Vayamos a la Plaza de Cózar y pongamos en su centro un globo de 2 metros de diámetro como el que aparece en esta fotografía que representará nuestro Sol, y que puede encargarse si alguien se anima a recrear este experimento. Esto significa que vamos a construir un modelo del Sistema Solar a escala 1:696.000.000, es decir que cada metro representa en realidad 696.000 kilómetros.

Canica de 18 milímetros
Comenzamos a alejarnos de nuestro Sol y a 83 metros, más o menos en la esquina de la Calle Mayor con la Bajada del Pilar podríamos encontrar una pequeña bolita de 7 milímetros de diámetro: Mercurio. A 155 metros del Sol, en el parque de la Biblioteca, hay una canica amarillenta de tamaño normal, 17 milímetros, que representa Venus. Seguimos caminando hasta el puente que, en La Poza, cruza nuestro arroyo a 215 metros del Sol y encontramos otra canica azulada, algo mayor, de 18 milímetros, que representa nuestra Tierra. Si nos fijamos muy bien veremos otra bolita grisácea, de medio centímetro de diámetro, situada a algo más de medio metro de la canica azul, se trata de nuestra Luna.

A estas alturas ya nos empezamos a dar cuenta de cómo es en realidad nuestro Sistema Solar: nuestro planeta es una canica a 215 metros de un globo de 2 metros de diámetro. Pero sigamos ahora andando por la misma calle y llegamos al punto donde comienza el llamado "Camino del Zumacal", a 327 metros del Sol, veremos otra canica de color rojizo, algo más pequeña, de apenas 1 centímetro de diámetro, hemos llegado a Marte.

Tierra, Luna y Ceres
Si queremos llegar a Ceres y el Cinturón de Asteroides sin salir del pueblo tenemos que cambiar de dirección y dirigirnos al Colegio Municipal; allí, a 595 metros del Sol, podríamos encontrar una mota de polvo de algo más de 1 milímetro que podría representar Ceres, un planeta enano que es el objeto más grande del Cinturón de Asteroides. Si quisieramos recorrer todo el Cinturón trazando un círculo alrededor del Sol caminaríamos durante casi 4 kilómetros y seguiríamos recogiendo minúsculas motas de polvo, si es que llevamos con nosotros un buen microscopio para localizarlas. Alguien con muy buena vista tal vez encontraría a Palas y Vesta, motas de polvo de medio milímetro.

Apenas si hemos alcanzado el límite del llamado Sistema Solar Interior y ya se nos ha acabado el pueblo. En un futuro artículo tendremos que coger la bicicleta, o directamente el coche, para recorrer el Sistema Solar Exterior, si es que queremos llegar al Disco Disperso, descubierto de forma relativamente reciente, y que se encuentra más allá del Cinturón de Kuiper. Hasta entonces os dejamos con estos mapas de nuestro Sistema Solar Interior Cozareño.

Sistema Solar Interior centrado en Cózar, visión de plano.

Sistema Solar Interior centrado en Cózar, visión de satélite.

lunes, 18 de septiembre de 2023

Cómo aprender Astronomía

Es una excelente pregunta que merece mejores respuestas que las que normalmente recibe una persona interesada pero con poca o ninguna experiencia, y es muy fácil perderse entre mares de información y lenguaje que pretende sonar muy "profesional". 

Yo empezaría por aclarar ¿Qué queremos decir exactamente cuando decidimos que queremos aprender Astronomía? ¿Nos referimos a la pura contemplación estética del cielo nocturno, o queremos entender qué estamos viendo? ¿Queremos limitarnos a la explicación de los hechos que somos capaces de ver a simple vista o con la ayuda de un telescopio o prismáticos (que no es poco) o queremos ir más allá y, al menos, saborear un poco de la Física que hay por debajo?

En resumen, ¿queremos aprender algo de Astronomía o algo de Astrofísica? Yo respondería: un poco de las dos. Al fin y al cabo ambas son muy parecidas o básicamente lo mismo. Por Astronomía solemos referirnos a la "medida" de los astros, es decir a la obtención de datos, bien sea para alguien que contempla el cielo a simple vista o para el más avanzado de los radiotelescopios (por ejemplo, "medir" la luz que viene de una estrella), y a la explicación de tales datos (la estrella brilla más o menos por su distancia, tipo, composición...). Y la Astrofísica nos explicará cómo se formó esa estrella, por qué tiene la composición que tiene, como produce "luz", por qué se mueve como se mueve... 

Por tanto, puede ser muy bonito contemplar las fases de la Luna y hasta medir su ciclo en un mes, pero sin entender por qué ocurren esas fases (Astronomía) y por qué la Luna gira alrededor de la Tierra (Astrofísica) nos quedaremos apenas a las puertas de un mundo más gratificante que cualquier fantasía.


Con esto en mente, y sin olvidar que, al final, queremos disfrutar del cielo, éstas serían nuestras recomendaciones generales para iniciarnos en la Astronomía:

  1. Ve a tu Biblioteca. Seguro que hay muchos libros de Astronomía Básica que explicarán los conceptos fundamentales y te ayudarán a obtener un primer entendimiento del Universo, y de lo que nos rodea de manera cercana. Lee, lee y lee; ninguna conferencia, ni curso, ni video de YouTube por fantástico que sea (y los hay, muchísimos) va a sustituir el conocimiento que obtengas leyendo y meditando sobre lo leído.

  2. Aprende a conocer el Cielo a simple vista. Al menos las constelaciones más fáciles, las estrellas más brillantes, que te servirán de guía para situarte. Para ello, otra vez, lee, lee y lee. Cuando sepas lo básico podrás usar cualquier mapa o software de Planetario con mucha mayor soltura.

  3. No tengas prisa para comprar telescopios, puedes empezar con prismáticos. Un telescopio es una cosa bastante seria, hay que conocer realmente para qué sirven, cómo funcionan, cuáles son sus límites, qué tipo será mejor para mí... No hay prisa; siempre habrá telescopios para todos; mejor ir despacio. Si estás ansioso/a por usar aparatos, unos binoculares o unos prismáticos de calidad serán más baratos y suelen dar buenos resultados.

  4. Entiende lo que es un telescopio computerizado. Ahondando en el punto anterior, no tengas prisa. Los telescopios computerizados pueden prometer grandes experiencias, pero suelen proporcionar grandes frustraciones. Paciencia y vuelve al punto 1.

  5. Vuelve a tu Biblioteca. Una vez que tengas las bases sobre Astronomía básica, vuelve a la Biblioteca y busca mapas y libros-guía sobre el cielo que te ayudarán, ahora que entiendes de qué va esto, a contemplar el cielo nocturno en toda su extensión.

  6. Comparte tu afición. Busca amigos y amigas con los que realizar observaciones. Busca clubs en internet, puede haber algunos cerca de tu casa y ya estarás preparado para interaccionar y aprender con ellos.

  7. Si crees que estás listo para un telescopio, toca investigar... mucho. Ten muy claros todos los tipos de telescopios, qué esperar y sobre todo que NO esperar de ellos, prepara tu presupuesto y... si el que crees que es adecuado para ti es demasiado caro, ahorra un poco más. Un telescopio, cualquier telescopio, debe tener, al menos, una gran montura (trípode estable) y la mejor óptica posible. Es preferible no gastar en telescopios de baja gama que son más bien juguetes para ver la luna y que suelen acabar en el trastero, de ahí su nombre entre los aficionados: "trascopios".

  8. Una vez más, a tu Biblioteca. Ahora estás preparado/a para adentrarte en el mundo de la Astrofísica. Las personas que vayan contigo a observar el cielo te harán preguntas interesantes y querrás, al menos, darles un pequeño esbozo de lo que hay detrás. Si tu Biblioteca quedó pequeña, tienes a tu alcance la mayor biblioteca del mundo: Internet.

  9. Pregunta a quien sepa más que tú. Cualquier aficionado o aficionada a la Astronomía estará encantado/a de responder a todas tus preguntas así que no dudes en consultar sobre cualquier tema, pero... ¡cuidado! Igual te dan demasiada información, los amantes de la Ciencia no saben cuando parar :)

  10. Relájate y a divertirse. La Astronomía es un ejercicio de paciencia, mucha paciencia. De muchos pequeños fracasos y algún éxito, pero... cuando veas la expresión de la cara de una persona que por primera vez ve Saturno, entenderás por qué vale la pena.

Esto ha sido una pequeña guía genérica de lo que creemos constituye el estudio aficionado de la Astronomía. En futuros artículos indicaremos recursos concretos que creemos merecen la pena para aprender todo lo posible. 

lunes, 11 de septiembre de 2023

El nombre "Ojos de Gata"

En este artículo queremos explicar el origen del nombre del Club "Ojos de Gata". Empezaremos por aclarar que NO tiene nada que ver con la maravillosa canción del inmortal Enrique Urquijo y que, a pesar de eso, no nos resistimos a enlazarla en el siguiente vídeo:
Ojos de Gata - Los Secretos

Las Pléyades
No, el nombre Ojos de Gata tiene otro origen. Hace tiempo leí un artículo en la revista Sky & Telescope que trataba sobre como contar el Cielo y recomendaba tratar de utilizar siempre nombres lo más atractivos posibles; por ejemplo, si hablas sobre Messier 45 nadie recordará el nombre; si mencionas Las Pléyades es posible que alguien lo recuerde; pero si dices "Las Siete Hermanas" y además cuentas que eran siete ninfas de la Mitología Griega, hijas de Atlas y Pléyone, entonces la audiencia es tuya, y mucha gente recordará algo de este fantástico cúmulo abierto. Y tal vez alguien hasta te apunte que se pueden distinguir 8, y hasta 9 estrellas a simple vista. 

En definitiva, una noche estábamos contemplando el Cielo de Cózar Iria y yo, y le estaba mostrando una de las más bonitas constelaciones que se pueden ver en Verano. Es grande, muy fácil de reconocer, contiene algunas estrellas extraordinarias y, además, es que realmente se parece bastante a lo que los antiguos griegos quisieron ver en este patrón estelar. Hablamos, desde luego, de Escorpio.

Scorpius
Escorpio es una constelación zodiacal (es decir, que el Sol parece cruzarla en su camino aparente por el cielo durante el transcurso de un año) y se supone que es una de las constelaciones identificadas por Hiparco de Nicea ya en el siglo II a.e.c. 

Existen diversas versiones sobre el origen mitológico de la constelación, todas asociadas de alguna manera al Gigante Orión. En una de ellas Orión trata de abusar de la diosa Artemisa, quien pidió ayuda a un escorpión para defenderse. El escorpión picó mortalmente a Orión y Artemisa rogó a Zeus que inmortalizara a su aliado situándolo en el cielo.

Recorriendo Scorpius (nombre oficial de la constelación) desde las "pinzas" hacia la "cola" encontraremos varias estrellas interesantes. La principal, desde luego, Antares o α (alfa) Scorpii en el "corazón" del escorpión. Su nombre significa "Rival de Ares (Marte)" por su extraordinario color rojizo. Se trata de una supergigante roja cuyo tamaño estimado implica que, si se situara en el centro del Sistema Solar, llegaría hasta más allá de la órbita de Marte, devorándolo y haciendo así honor a su nombre; es, por tanto, una de las estrellas más grandes que se pueden apreciar a simple vista. Tiene "apenas" (si tenemos en cuenta su tamaño) 12 masas solares y se encuentra a unos 550 años luz, así que cuando la observéis recordad que estáis viendo luz emitida cuando Fernando II se proclama rey de Aragón, Eduardo IV de Inglaterra recupera el trono o el Imperio Otomano conquista Eubea.

Shaula y Lesath, Ojos de Gata
Sigamos ahora hasta el "aguijón" del escorpión para encontrar λ (lambda) Scorpii su segunda estrella más brillante también llamada Shaula (algo así como cola alzada en Árabe), acompañada de υ (upsilon) Scorpii o Lesath (tal vez aguijón, también del Árabe). Ahora nos fijamos solo en estas dos últimas estrellas, aparentemente cercanas entre sí y algo separadas del resto de la constelación. ¿No parecen los ojos de una gata observándonos desde una distancia inimaginable? Pues efectivamente así conocen muchos astrónomos a este par de estrellas "Ojos de Gata", y en cuanto Iria oyó el nombre de este asterismo (cualquier grupo de estrellas que formen un patrón) quedó claro que sería el nombre elegido para un club astronómico basado en Cózar. Ahora ya sabéis el porqué del nombre Club Astronómico "Ojos de Gata"

martes, 5 de septiembre de 2023

Primera Sesión de Observación Astronómica

La noche del 28 al 29 de Agosto de 2023 tuvimos nuestra primera Observación oficial desde la constitución del Club "Ojos de Gata". Inicialmente había sido prevista para la noche del 27 al 28 pero la presencia de nubes en el cielo aconsejaron retrasarla, lo que ocasionó menor asistencia de la inicialmente prevista. Aquí podéis ver el cartel que confeccionó el Ayuntamiento de Cózar para organizar la sesión.

Tras el aplazamiento, y con un cielo estupendo para la observación (si olvidamos que la luna estaba a más del 75%), todos los asistentes pudieron disfrutar del programa de la sesión: Luna, Saturno y Júpiter.

Para la observación utilizamos nuestro flamante telescopio Celestron StarSense Explorer DX Schmidt-Cassegrain de 6 pulgadas (del que hablaremos en un futuro artículo), con oculares de 40, 26 y 10 milímetros y un polarizador lunar Meade para evitar el deslumbramiento al observar una Luna en fase tan avanzada.


Pudimos contemplar con gran detalle (siempre limitados por el enorme brillo lunar) los cráteres lunares cerca del Terminador (límite entre la zona iluminada y la oscura). A continuación disfrutamos de la siempre impresionante vista de la mayor atracción de nuestro Sistema Solar: Saturno y sus anillos. Además pudimos ver Titán y creemos que llegamos a resolver Rea, al menos no parecía haber ninguna estrella en el punto donde pensamos ver a Rea según el mapa del programa Stellarium en ese momento.

Finalmente durante la observación de Júpiter pudimos apreciar claramente diversas bandas de su atmósfera en diferentes colores y tuvimos además la suerte de ver sus cuatro satélites principales, las cuatro lunas de Galileo, descubiertas por el padre de la Física moderna en 1610: Ío, Europa, Ganímedes y Calisto. Terminando la sesión y observando Júpiter con el ocular de 10 mm hubo quien aseguró haber apreciado la gran Mancha Roja justo en la posición en la que estaba en ese momento. Las dos fotos simulan nuestra observación según el programa Stellarium.

Queremos agradecer a todos los asistentes su gran atención, ayuda y entusiasmo; desde ya son miembros del Club Ojos de Gata, con su Presidenta Iria al frente. Nuestro agradecimiento también al Ayuntamiento de Cózar, en especial a su Alcalde y a su Concejala de Cultura por la organización de la sesión y su apoyo para difundir el amor por la Ciencia y la Astronomía en nuestro pueblo.

Nos despedimos con dos fotografías de la sesión, una del grupo en plena observación de Saturno con Júpiter al fondo y otra de nuestro pueblo, tomada desde el mismo lugar; ambas realizadas por Luis Rico Armero.


El Club Ojos de Gata observando Saturno

Cózar. Se puede apreciar el "Carro", o cola de la Osa Mayor

  

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