lunes, 25 de noviembre de 2024

Las estrellas están fijas en el Cielo ¿Seguro? Arturo y el movimiento propio.

Desde nuestro punto de vista en la Tierra, las estrellas parecen fijas, como si estuvieran clavadas en una inmensa cúpula celestial. Durante siglos esta aparente estabilidad alimentó la creencia en la inmutabilidad de las estrellas, de la que solo se salvaban las llamadas "estrellas errantes" (planetes asters en griego, origen de la palabra planeta). Sin embargo, una mirada más atenta y la paciencia de los astrónomos revelaron un hecho asombroso: las estrellas se mueven. No solo giran en torno al centro de la Vía Láctea, sino que también tienen trayectorias propias, visibles a lo largo de enormes períodos de tiempo. Pero, ¿por qué no podemos apreciarlo a simple vista? La respuesta está en las inmensas distancias que nos separan de ellas y en la escala del movimiento aparente, tan diminuto que solo se vuelve evidente con herramientas precisas o mediante observaciones que abarcan siglos.

En este artículo exploraremos cómo se descubrió el movimiento propio de las estrellas, centrándonos en el caso de Arturo (Arcturus), un astro que desafió nuestras percepciones y marcó un hito en la historia de la astronomía.

Movimiento propio: cuando las estrellas se desplazan

El concepto de movimiento propio describe el cambio aparente en la posición de una estrella en el cielo con respecto al fondo de estrellas más lejanas. Este desplazamiento, medido en segundos de arco por año, es el resultado combinado de la velocidad de la estrella en el espacio respecto al Sol y de su proximidad relativa a la Tierra.

Apariencia del "Carro" de la Osa Mayor
hace 100,000 años, en la actualidad y
dentro de 100.000 años. Gráfico de
Astronomía Recreativa, Perelman.

Por ejemplo, las estrellas más cercanas, como las del sistema de Alfa Centauri, tienen movimientos propios perceptibles en plazos de pocos años debido a su relativa proximidad. En cambio, estrellas más distantes muestran cambios tan ínfimos que su desplazamiento aparente tarda siglos en notarse.

Una analogía visual puede ayudarnos a comprenderlo: imagina un avión volando a gran altura. Aunque se desplaza rápidamente, desde el suelo parece avanzar muy despacio debido a la enorme distancia. Algo similar ocurre con las estrellas: su movimiento propio puede ser considerable, pero las distancias hacen que su avance aparente sea casi imperceptible.

Un dato curioso: el movimiento propio más rápido conocido pertenece a la estrella de Barnard, que se desplaza a una velocidad de 10.3 segundos de arco por año. Sin embargo, este descubrimiento llegó mucho después del caso de Arturo.

El caso de Arturo: la primera estrella que desafió su "fijeza"

En 1718, Edmund Halley descubrió el movimiento propio de las hasta entonces supuestas estrellas fijas tras comparar las medidas astrométricas de su época con las dadas por Ptolomeo en su Almagesto. Se percató de que las estrellas Aldebarán, Arturo y Sirio se habían desplazado significativamente, en el caso de Sirio hasta 30 arcmin en sentido sur —lo que supone una distancia similar al diámetro lunar aparente— en unos 1800 años.

Las características particulares de Arturo facilitaron las observaciones de Halley: Arturo (o Alfa del Boyero, α Boo) es una gigante naranja, la cuarta estrella más brillante del firmamentos y está tan solo a algo menos de 37 años luz de distancia; lo que causa que su movimiento aparente sea mayor que el de otras estrellas más lejanas y fácil de observar y comparar con datos antiguos.

Comparativa de tamañao entre Arturo, el Sol y otras estrellas.

Este hallazgo fue revolucionario. Hasta entonces, se creía que las estrellas eran eternas e inmutables, una idea que había perdurado desde la cosmología aristotélica. El descubrimiento del movimiento propio desafió esta noción y abrió la puerta a nuevas preguntas sobre la dinámica de las estrellas y nuestra comprensión del Cosmos.

En realidad, como ocurre casi siempre, este movimiento "propio" ya había sido sospechado por algunos astrónomos de la antigüedad, al menos desde el siglo V. Mencionemos también que para identificar este movimiento "propio" Halley tuvo que tener en cuenta los movimientos "impropios" es decir, aquellos  movimientos aparentes debidos al movimiento de la Tierra: precesión y nutación del eje terrestre,  principalmente.

El movimiento propio de una estrella depende de dos factores: su velocidad en el espacio y su distancia a nosotros. Para poner esto en perspectiva, considera que Arturo está a unos 37 años luz de la Tierra y, aunque se mueve a una velocidad relativa de unos 122 kilómetros por segundo, su desplazamiento en el cielo apenas es perceptible sin instrumentos adecuados. A lo largo de una vida humana, el movimiento aparente de la mayoría de las estrellas es tan pequeño que pasa desapercibido.

De Halley al presente: una nueva perspectiva del Cosmos

El descubrimiento del movimiento propio tuvo un impacto profundo en la visión del universo. En la época de Halley, este fenómeno contribuyó a que las teorías dinámicas del cosmos, como la idea de un universo en constante cambio, ganaran aceptación frente a la visión estática que había dominado durante siglos. Una grieta más se había abierto en la inmutabilidad de las esferas celestes donde supuestamente habitaban los dioses de turno.

Hoy, contamos con herramientas avanzadas como el telescopio espacial Gaia de la ESA, que mide con precisión los movimientos propios de millones de estrellas. Gracias a estas observaciones, los astrónomos pueden trazar las trayectorias de las estrellas en tres dimensiones y reconstruir el pasado y el futuro dinámico de nuestra galaxia.

La Vía Láctea según mapa que muestra el brillo y color de 1,800 millones de estrellas observadas por ESA Gaia

Conclusión

El movimiento propio de las estrellas, lejos de ser un simple detalle técnico, es una ventana a la dinámica y la complejidad del Universo. Desde el hallazgo de Halley hasta las observaciones modernas, Arturo y otras estrellas nos han enseñado que el cosmos está en constante cambio, aunque sus ritmos superen con creces nuestras escalas humanas de tiempo. La próxima vez que contemples el cielo nocturno, recuerda que esos puntos de luz están en un viaje continuo, y que nuestra paciencia como observadores y nuestra pasión por conocer como humanos son la clave para desentrañar sus secretos.

lunes, 18 de noviembre de 2024

¿Cuántas vueltas?

¿Has leído el cuento de Yakov Perelman sobre la ardilla que estaba en un árbol mientras un observador camina a su alrededor? Aunque el observador da varias vueltas alrededor del árbol, la ardilla siempre le muestra su hociquillo, y se inicia una discusión sobre si el observador llegó o no a rodear a la ardilla. Este divertido problema ilustra el fenómeno de la rotación sincrónica, que también sucede con la Luna: mientras gira sobre su eje, también orbita alrededor de la Tierra, mostrándonos siempre la misma cara.

Pero ¿qué ocurre con la Tierra? ¿Cuántas vueltas completas da nuestro planeta sobre sí mismo en un año? Aunque podría parecer una pregunta sencilla a la que mucha gente respondería sin dudar: 365, o 366 en un año bisiesto; en realidad la respuesta tiene su dosis de complejidad. Aquí entra en juego la diferencia entre los días solares y los días siderales, dos conceptos fundamentales para entender el movimiento terrestre.

Un día no siempre es lo que parece

Lo más importante es distinguir entre:

  • Día solar: el tiempo que tarda la Tierra en girar sobre sí misma de forma que el Sol vuelva a la misma posición en el cielo visto desde un punto sobre la superficie terrestre (por ejemplo, de mediodía a mediodía). Precisamante este tiempo es lo que conocemos como "las 24 horas de un día".
  • Día sideral o sidéreo: el tiempo que tarda la Tierra en girar sobre su eje con respecto a las estrellas. Es lo que llamaríamos una vuelta sobre sí misma si estuviéramos viendo la Tierra desde fuera, y no situados sobre su superficie. Este día es más corto que el solar: si al solar le asignamos 24 horas, entonces el día sidereo o sideral dura 23 horas, 56 minutos y 4 segundos.

¿Por qué esta diferencia? La Tierra no solo gira sobre su eje, sino que también orbita alrededor del Sol. Esto significa que, para que el Sol vuelva a aparecer en la misma posición del cielo, la Tierra debe girar un poquito más sobre sí misma. ¿Cuánto? 3 minutos y 56 segundos, justo la diferencia entre los dos días. Por lo tanto, en un año, hay más días siderales que solares.


Gráfico del libro Astronomía Recreativa, de Perelman; mejorado por el Blog para mostrar, de manera exagerada, como la Tierra tiene que girar durente otros 3' 56'' tras dar una vuelta completa sobre sí misma para volver a apuntar al Sol

Entonces ¿cuántas vueltas da la Tierra sobre sí misma en un año?

En un año, la Tierra da:

  • 365,2422 días solares (de esos decimales viene la necesidad de los años bisiestos).
  • 366,2422 días siderales, porque en realidad realiza una vuelta extra completa sobre su eje con respecto a las estrellas.

Así que, siguiendo la explicación del relato de la ardilla, esto quiere decir que, en realidad, la Tierra gira 366 veces sobre sí misma en un año, vistas desde un punto de referencia fijo en el espacio. Y solo por estar en su superficie y tomar como referencia al Sol, un astro que está dentro de nuestra órbita tenemos la noción de dar 365 vueltas.

Curiosidades del movimiento de rotación terrestre

  • ¿A qué velocidad gira un punto del ecuador de la Tierra? Hagamos un cálculo muy rápido: si el ecuador mide aproximadamente 40,000 kilómetros, y un giro toma 24 horas, entonces 40,0000/24 = 1,666 km/h. Un poco más, porque el día en realidad no dura 24 horas :-D
  • El frenado de la rotación: La interacción gravitacional con la Luna está frenando muy lentamente la rotación de la Tierra. Cada siglo, los días se alargan unos 2 milisegundos.

Conclusión

Si algún día decides dar vueltas al planeta mientras reflexionas sobre la ardilla y el árbol de Perelman, recuerda que el movimiento de la Tierra es más que un simple giro: es una danza cósmica que conecta días, noches y estaciones. Por cierto, si no has leído ese cuento, puedes hacerlo aquí.

Y mientras seguimos girando, vale la pena detenerse un momento y maravillarse ante los relojes naturales que nos rodean. 🌍✨

lunes, 11 de noviembre de 2024

Lluvia de estrellas en Noviembre: Las Leónidas

La noche del 17 al 18 de noviembre de 2024 se espera la lluvia de meteoros de las Leónidas, un fenómeno que muchos aficionados al cielo nocturno aguardan con gran ilusión. Noviembre nos brinda esta oportunidad de observar las popularmente conocidas como “estrellas fugaces” mientras la Tierra atraviesa la estela de partículas dejadas por el cometa Tempel-Tuttle. Y aunque nunca se sabe cuántas estrellas fugaces podremos ver, esta es una ocasión especial para compartir nuestra pasión por el Cosmos y, si el cielo está despejado, disfrutar juntos del espectáculo.

¿Qué son las lluvias de estrellas?

Impresión artística realizada con
los datos disponibles de Tempel-Tuttle

Aunque se les llama “estrellas fugaces,” estas luces en el cielo no son estrellas, sino pequeñas partículas que penetran en la atmósfera terrestre. Cuando un cometa pasa cerca del Sol, como vimos en un artículo anterior, deja tras de sí pequeños restos (desde polvo hasta fragmentos del tamaño de un guijarro) que se esparcen a lo largo de su órbita. Cada vez que la Tierra pasa por una de estas órbitas, los fragmentos entran en nuestra atmósfera, desintegrándose y creando destellos brillantes que podemos observar.

Anualmente podemos observar lluvias de meteoros en fechas específicas, y entre las más brillantes están las Leónidas, gracias a los restos del mencionado cometa Tempel-Tuttle.

Las Leónidas: Rápidas y brillantes

Las Leónidas son especiales por su velocidad y brillo. Los meteoros de esta lluvia se mueven a velocidades de hasta 255,000 Km por hora; para ponerlo en perspectiva, es como si se hiciera el triángulo Cózar - Infantes - Valdepeñas y de nuevo Cózar en un solo segundo. Esa velocidad es también lo que les da su brillo característico, a veces tan intenso que pueden generar “bolas de fuego” o meteoros brillantes que atraviesan el cielo dejando rastros luminosos.

Máximo de las Leónidas en 1966. Fotofgrafía NASA-ARC

Os gustará saber que, aproximadamente cada 33 años, las Leónidas pueden sorprendernos con una tormenta de meteoros, un espectáculo donde la cantidad de meteoros aumenta notablemente, llegando incluso a miles por hora. La última gran tormenta de Leónidas tuvo lugar en 2001. Aún así, cada año, con o sin tormenta, las Leónidas nunca dejan de asombrar.

Consejos para observar las Leónidas en 2024

Las Leónidas suelen ser visibles entre el 6 y el 30 de noviembre, y el mejor momento para observarlas este año será en la madrugada del 17 al 18 de noviembre. Aquí tienes algunos consejos para disfrutar de la lluvia de estrellas:

  • Hora de observación: A partir de medianoche y hasta el amanecer suele ser el mejor momento. La constelación de Leo, de la cual parecen surgir los meteoros, será bien reconocible a esas horas. En particular os mostramos una ilustración de Stellarium de la constelación de Leo a las 1:40 de la madrugada donde se pueder apreciar el punto cardinal Este, la estrella Regulus y el punto aproximado de origen de la lluvia de Leónidas. 
Posición de las Leónidas en la noche del 17 al 18 de Noviembre
  • Elige un buen lugar: Si puedes, busca un sitio alejado de la contaminación lumínica de la ciudad. Cualquier lugar oscuro es ideal, y mientras más oscuro, mejor. En nuestro caso, con alejarnos un poco del pueblo, ya vale; y puesto que hay que mirar al Este, al menos a primera hora de la madrugada, el camino de la Casa del Monte debería ser un lugar perfecto.
  • No necesitas equipo especial: Las lluvias de estrellas son uno de los pocos fenómenos astronómicos que se disfrutan mejor a simple vista. Así que olvídate del telescopio; tus ojos y una buena compañía son suficientes.
  • Abrígate y lleva algo para estar cómodo: Una noche bajo el cielo puede ser fría y más en estas fechas. Lleva ropa de abrigo, una manta o silla cómoda, y paciencia. El espectáculo puede tomarse su tiempo, pero vale la pena.

Las Leónidas en la Historia

Ilustración de 1889 de Adolf Vollmy
sobre las Leónidas de 1833

La lluvia de meteoros de las Leónidas ha dejado huella a lo largo de los años. La tormenta de 1833, por ejemplo, es uno de los eventos más impresionantes documentados, y generó miles de relatos alrededor del mundo. Aquella noche, la cantidad de meteoros fue tan extraordinaria que muchas personas pensaron que se trataba de un evento apocalíptico. Este espectáculo inspiró a científicos y observadores, y algunas de las descripciones de aquel evento todavía nos llegan hoy en día como historias llenas de asombro o de terror. 

Con o sin tormenta, siempre hay algo maravilloso que nos invita a salir a observar el cielo, conectarnos con lo que ocurre más allá de nuestro planeta y compartir esa experiencia con otros: se llama Curiosidad.

No te pierdas esta oportunidad

Si eres de los que miran al cielo buscando algo más que estrellas, esta lluvia de meteoros es para ti. Planifica una salida, reúne a algunos amigos o familiares, y disfruta de este maravilloso espectáculo natural.  Y si haces alguna foto, o ves algo interesante, compártelo con nosotros! Ya sea una estrella fugaz o una tormenta de meteoros o símplemente el cielo estrellado, el universo siempre tiene algo que ofrecernos. Observando las Leónidas, recordamos lo vasto y misterioso que es el Cosmos y nuestro diminuto lugar en él.

lunes, 28 de octubre de 2024

Gigantes de la Divulgación: Aleksandr Isaakovich Kitaigorodskii

Hoy os queremos presentar a una de las leyendas de la divulgación científica soviética; seguramente mucho menos conocido por el público general, pero extremadamente apreciado por los interesados por la ciencia y por los estudiantes universitarios de Física de todo el mundo: Hoy escribimos sobre Aleksandr Isaakovich Kitaigorodskii.

Aleksandr Kitaigorodskii

Nacido en Moscú en Febrero de 1914, Kitaigorodskii fue un notable físico cristalógrafo soviético cuyo legado se extiende más allá de su investigación científica; su labor como divulgador científico tuvo un impacto significativo en la forma en que la ciencia fue percibida y entendida en la Unión Soviética y en gran parte del mundo. Su enfoque innovador en la cristalografía, junto con su habilidad para comunicar conceptos complejos al público, lo convirtieron en una figura influyente en la comunidad científica. Tras una larga vida dedicada a la Física y, sobre todo, a hacernos entender cuan importante es el amor al conocimiento, falleció en Kolomna en Junio de 1985.

Contribuciones a la Cristalografía

Kitaigorodskii se graduó en la Universidad Estatal de Moscú y dedicó su carrera a investigar la estructura y el empaquetamiento de los cristales. Su trabajo más notable, "The Close-Packing of Molecules in Crystals of Organic Compounds" (1945), se centró en cómo las moléculas se organizan en cristales, proponiendo que las configuraciones de menor simetría permiten un empaquetamiento más eficiente. Este hallazgo fue fundamental para la comprensión de las estructuras cristalinas y sentó las bases para investigaciones posteriores en el campo.

Utilizando un ingenioso dispositivo que él mismo diseñó, llamado "buscador de estructuras", exploró cómo los modelos de diferentes formas podían organizarse para maximizar la densidad de empaquetamiento. Sus teorías, aunque rudimentarias en su época, demostraron ser increíblemente precisas a medida que avanzaba la cristalografía y se descubrían nuevas estructuras.

Labor Divulgativa

Aparte de su trabajo en investigación, Kitaigorodskii fue un ferviente defensor de la divulgación científica. Escribió numerosos artículos y libros destinados a hacer accesible la ciencia a un público más amplio. Algunos de sus libros más destacados incluyen:

  • "La Física en todas las Esferas de la Vida / I am a Physicist": Un texto que explora la intersección entre la ciencia y la vida cotidiana, presentando conceptos científicos de manera comprensible y atractiva.
  • "La Teoría de los Cristales / Order and disorder in the world of atoms": Este libro proporciona una visión general de los principios de la cristalografía, explicando sus aplicaciones y su relevancia en diversas disciplinas.
  • "Ciencia y Humanidad": En este volumen, Kitaigorodskii analiza cómo la ciencia influye en la cultura y viceversa, enfatizando la importancia de la educación científica en la sociedad.
  • "Lo inverosímil no es un hecho": En esta obra, Kitaigorodskii aborda el tema de la ciencia desde una perspectiva crítica, desafiando nociones preconcebidas y promoviendo el pensamiento analítico.
  • "Física para Todos": Coescrito con el físico Lev Landau, esta serie de cuatro volúmenes está diseñada para hacer accesible la física a un público general, ofreciendo explicaciones claras de los conceptos más importantes. Se compone de los libros Cuerpos Físicos (Mecánica), Moléculas (Termodinámica y Física Molecular), Electrones (Electromagnetismo) y Fotones y Núcleos (Física Atómica y Nuclear).

Su habilidad para simplificar conceptos complejos y presentarlos de manera atractiva lo convirtió en un referente en la divulgación científica en la Unión Soviética.

También escribió libros de texto de nivel universitario de amplia utilización, entre ellos tal vez los más conocidos sean:

  • "Introducción a la Física": Un texto fundamental que introduce a los estudiantes a los conceptos básicos de la física, abordando temas esenciales con claridad y profundidad.
  • "Theory of structural analysis": Este libro presenta los principios del análisis estructural de manera teórica y práctica, facilitando la comprensión de cómo los científicos determinan las estructuras moleculares complejas.
  • "Molecular Crystals": La obra profundiza en las propiedades y la estructura de los cristales moleculares, explorando cómo las moléculas se organizan y comportan dentro de estas estructuras.
Muchos de estos libros se pueden encontrar sin dificultad en internet, tanto en versión digital como en papel. Si hay alguien interesado en alguno de ellos y no los encuentra, nos puede contactar y, si lo tenemos, podemos enviárselo por correo electrónico. 

Relación con la Tradición de Divulgación Científica

Kitaigorodskii se inserta en la rica tradición de divulgación científica en la Unión Soviética iniciada por Yakov Perelman. Este último sentó las bases para una nueva era de comunicación científica, enfatizando la necesidad de que el conocimiento científico fuera accesible y comprensible para todos. La labor de Kitaigorodskii, al igual que la de Perelman, se centró en hacer que la ciencia fuera interesante y relevante para la vida cotidiana, fomentando el pensamiento crítico y la curiosidad entre las masas. Ambos compartieron la visión de que la educación científica era fundamental para el progreso social y cultural de la Humanidad.

Impacto y Legado

El Profesor Kitaigorodskii dando clase.
Fotografía de la web de la
 International Union of Cristalography

El impacto de Kitaigorodskii en la comunidad científica y en la divulgación se siente incluso hoy en día. Sus teorías sobre el empaquetamiento molecular han sido fundamentales para el desarrollo de la cristalografía moderna y su legado continúa en la educación científica.

Además, su enfoque hacia la divulgación ayudó a sentar las bases para futuros divulgadores científicos en todo el mundo. La conexión que estableció entre la ciencia y el público general sigue siendo un modelo a seguir para aquellos que buscan promover la comprensión científica.

En definitiva, Aleksandr Isaakovich Kitaigorodskii fue un científico excepcional cuyo trabajo en cristalografía y divulgación dejó una huella indeleble en el campo de la ciencia. Su habilidad para comunicar ideas complejas y su dedicación a hacer la ciencia accesible lo convierten en una figura clave en la historia de la ciencia soviética y mundial. La próxima vez que disfrutemos de un libro o artículo de divulgación científica, podemos recordar a pioneros como Kitaigorodskii, quienes nos ayudaron a apreciar el vasto mundo de la ciencia.

viernes, 25 de octubre de 2024

Los Cometas: Visitantes del Sistema Solar

Hace apenas unos días recibimos la visita de el cometa C/2023 A3 (Tsuchinshan–ATLAS). Este cometa ha sido destacado como uno de los más memorables en las últimas décadas, y después de acercarse al Sol en septiembre de 2024, comenzó a ser visible desde la Tierra.

Este cometa se originó en la Nube de Oort y se caracteriza por un núcleo considerablemente grande y una cola prominente. Los astrónomos habían pronosticado que su brillo podría superar al del famoso cometa Hale-Bopp, que fue visible en 1997​, pero las nubes nos han impedido apreciarlo adecuadamente. Aun así hemos decidido dedicar un artículo a estos espectaculares miembros de la familia solar.
C/2023 A3 Tsichinshan-ATLAS and its antitail: 15 Oct. 2024.
Fotografía de la web The Virtual Telescope Project

Los cometas son uno de los fenómenos más fascinantes del Cosmos. Estos cuerpos celestes han sido observados por la humanidad desde tiempos inmemoriales, despertando asombro y, muchas veces, temor. A diferencia de las estrellas y planetas, su aparición en nuestros cielos es fugaz, entre días y meses, y su comportamiento muy variado, lo que los convierte en objetos celestes únicos en el Sistema Solar.

Estructura de un Cometa
Un cometa es una bola de roca, polvo, hielo y gases congelados que viaja a través del espacio en órbitas elípticas con mucha excentricidad, al contrario que la mayoría de los planetas y asteroides, cuyas órbitas, aunque elípticas, se diferencian muy poco de una circunferencia. Se componen principalmente de tres partes:
  1. Núcleo: La parte sólida del cometa, hecho de roca y hielo.
  2. Coma: Una atmósfera tenue que rodea el núcleo cuando el cometa se aproxima al Sol, formada por gases y polvo.
  3. Cola: La estela de gases y partículas que se forma a medida que el cometa se calienta y el hielo sublima (pasa de estado sólido a gas).

Como hemos mencionado, los cometas se mueven en órbitas muy excéntricas, lo que significa que pasan largos periodos en regiones frías y distantes del Sistema Solar antes de acercarse al Sol y volverse visibles. Aunque tanto los cometas como los asteroides son cuerpos pequeños que orbitan el Sol, tienen diferencias fundamentales en su composición y comportamiento.

CaracterísticaCometasAsteroides
ComposiciónHielo, polvo y rocaRoca y metal
UbicaciónNube de Oort o Cinturón de KuiperPrincipalmente en el Cinturón de Asteroides (entre Marte y Júpiter)
ColaForman cola cuando se acercan al solNo forman cola
ÓrbitaMuy excéntrica (muy alargada)Más circular, menos excéntrica 
OrigenZonas frías más allá de NeptunoSistema Solar Interior     

En resumen, los Asteroides son restos de la formación de planetas, hechos mayormente de rocas y metales, y su órbita suele estar en el cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter. Los Cometas, en cambio, son posiblemente de origen anterior a la formación de planetas, conservando gran cantidad de hielo y gases.

En cuanto a su origen, la mayoría de los cometas provienen de dos regiones distantes del Sistema Solar:
  1. El Cinturón de Kuiper: Un disco plano más allá de la órbita de Neptuno, donde residen objetos helados. Aquí se encuentran los cometas de período corto, como el famosísimo cometa Halley.

  2. La Nube de Oort: Una vasta esfera de cuerpos helados que rodea el Sistema Solar a una distancia extrema. Desde esta región provienen los cometas de largo período, que pueden tardar miles de años en completar una órbita.

Los cometas, al provenir de estas zonas frías y lejanas, contienen materiales que datan de los inicios del Sistema Solar, lo que los convierte en auténticas cápsulas del tiempo que ayudan a los astrofísicos a entender cómo se formó nuestro sistema planetario.

Sin duda, la característica más espectacular y que más llama la atención de los Cometas es la formación de sus colas. A medida que un cometa se acerca al Sol, el calor provoca que el hielo de su núcleo se sublime (pase directamente de estado sólido a estado gaseoso), liberando partículas de polvo y gas que son empujadas por el viento solar (corriente de partículas cargadas que se liberan desde la corona solar, principalmente electrones, protones y partículas alfa -nucleos de Helio ionizado-).

Existen dos tipos de colas

  • Cola de Polvo: Formada por partículas de polvo que son arrastradas lejos del cometa. Esta cola es más curvada y refleja la luz del Sol.
  • Cola Iónica (de Plasma): Compuesta por gases ionizados (plasma) que interactúan con el viento solar. Esta cola es recta y apunta siempre en dirección opuesta al Sol.

Para visualizar mejor cómo cambian las colas de los cometas en relación a su proximidad al Sol, imaginemos un cometa que viaja en su órbita:

Esquema de la órbita de un Cometa

  • Cuando el cometa está lejos del Sol, en la parte más alejada de su órbita (afelio), el cometa no tiene cola visible. Su núcleo está congelado y no hay sublimación significativa.

  • A medida que se acerca al Sol, el aumento de la temperatura hace que los gases y el polvo comiencen a escapar del núcleo, creando la coma y, eventualmente, las colas. La cola de polvo se curva detrás del cometa siguiendo su órbita, mientras que la cola iónica siempre apunta en la dirección contraria al Sol debido a la presión del viento solar.

  • Al pasar cerca del Sol (perihelio), las colas se vuelven más largas y brillantes debido a la intensa sublimación. Una vez que el cometa empieza a alejarse nuevamente, las colas se acortan y se disipan.

Así, los cometas son más que simples cuerpos de hielo vagando por el espacio. Son fragmentos de la historia del Sistema Solar, y su comportamiento es un recordatorio de los complejísimos procesos que ocurren en nuestro vecindario cósmico. Sus impresionantes colas, siempre dirigidas en sentido contrario al Sol, son solo un pequeño ejemplo de cómo el viento solar influye en estos fascinantes objetos celestes. La próxima vez que un cometa sea visible desde la Tierra, sabremos que estamos siendo testigos de un visitante de los rincones más lejanos y antiguos del Sistema Solar.

lunes, 21 de octubre de 2024

Sesión de Observación Astronómica para la Semana Cultural de Cózar 2024

La noche del viernes 16 al sábado 17 de Agosto de 2024 disfrutamos de la segunda observación astronómica que el Club Ojos de Gata tuvo el placer de ofrecer a toda la gente de Cózar con motivo de la Semana Cultural 2024.

Tal y como ocurrió el año pasado, también tuvimos que mover la fecha inicial debido, en este caso, a la coincidencia con otros actos del programa cultural de la Semana. Hubiéramos preferido hacerlo la noche del 12 de Agosto, con luna media y además con la posibilidad de contemplar las Perseidas, pero hay que adaptarse a lo posible. Lo importante, creemos, es dar a probar la pasión por el conocimiento de nuestro Universo, y eso se puede hacer en cualquier momento (menos cuando hay nubes :-) )

También tuvimos unos problemillas logísticos al principio de la sesión, ya que hubo varias personas que no encontraron a la primera el lugar de la observación, que no estaba del todo correctamente indicado en el programa. Pero al final todos pudieron observar por nuestro telescopio las atracciones que ofrecía el cielo esa noche. Y cuando decimos todos, es un TODOS con mayúsculas, porque acudieron muchas personas a la sesión, muchas más de las que esperábamos. Así que damos las gracias desde aquí a todos los asistentes por su paciencia y colaboración, guardando turno pacientemente para tener unos segundos de acceso a nuestro Universo, y prometemos aprender para organizar mejores sesiones en el futuro.

Comenzamos con una introducción de nuestra presidenta Iria en la que explicó el porqué de nuestro nombre "Ojos de Gata" y luego repasamos las constelaciones y estrellas más importantes que podían apreciarse a simple vista. Finalmente nos dirigimos a nuestro Celestron Schmidt-Cassegrain StarSense Explorer DX6 para observar la Luna y Saturno.

Fotografía de móvil a través de ocular

En el caso de la Luna hubo que utilizar un polarizador (las gafas de sol de un telescopio, para entendernos), ya que el brillo de nuestro satélite era demasiado grande para la observación directa. Como ya sabéis, siempre recomendamos la observación de la Luna desde Luna Nueva a Cuarto Creciente, y desde Cuarto Menguante a Luna Nueva, evitando los días próximos a Luna Llena, porque se obtiene mejor visión y mucho más contraste. Añadimos una fotografía de la Luna obtenida por Iñaki aplicando su teléfono móvil al ocular del telescopio en la que se pueden apreciar bastante bien algunos cráteres en la zona del terminador.

Imagen de Stellarium

A continuación observamos Saturno con diversos oculares de menor a mayor aumento. Lamentablemente la posición de los anillos con respecto a la Tierra hizo menos espectacular la visión de este planeta que el año pasado, además el brillo de la Luna impidió apreciar fácilmente alguno de sus satélites; aun así todos aquellos que pudieron apreciar con sus ojos algún detalle del segundo gigante de nuestro Sistema Solar no lo olvidarán con facilidad. En la imagen creada con Stellarium, se puede apreciar aproximadamente el resultado de la observación. 

Mizar y Alcor en el centro de la imagen

La gran cantidad de asistentes provocó que no tuviéramos tiempo de intentar la observación de la Galaxia de Andrómeda como era nuestro propósito inicial, pero como bonus para los más entusiastas enfocamos el telescopio a Mizar, la estrella central del "mango del cazo" de la Osa Mayor, para apreciar  a su compañera Alcor, separada de Mizar por menos de 12 minutos de arco. Ambas estrellas están físicamente a unos 3 meses luz la una de la otra, y aunque parece que se mueven juntas no está claro que formen un auténtico sistema binario. Podéis ver a continuación algunas fotografías tomadas por Xandra.


Casiopea

Osa Mayor y Osa Menor (a la derecha la estrella Polar)

El vicepresidente del Club y su espada láser (puntero astronómico)


jueves, 23 de mayo de 2024

El Día de la Toalla

Puede que no fuera propiamente un científico, pero acercó a la ciencia a millones de personas gracias a sus maravillosas novelas de Ciencia Ficción... muy particular. Y a punto de llegar al 25 de Mayo, El Día de la Toalla, fecha que sus seguidores eligieron para recordarle cada año, teníamos que unirnos a este homenaje desde nuestro humilde club. Os presentamos al maravilloso Douglas Adams:

Douglas Adams

Su nombre completo era Douglas Noël Adams, hijo de Janet Donovan y Christopher Douglas Adams. Se educó en el Primrose Hill School en Brentwood donde se especializó en arte y preparó los exámenes Oxbridge Entrance. Se cuenta que mientras estaba en el Preparatory School, su profesor Frank Halford le concedió el único 10 de su carrera como profesor por un ejercicio de composición creativa. En la escuela Douglas ya publicó alguno de sus primeros relatos.

Gracias a un ensayo sobre poesía religiosa donde mezcló a los Beatles con William Blake, consiguió una plaza en el St John's College, Cambridge, en 1971. En 1974 Adams se gradúa con B.A. en Literatura Inglesa. Algunos de sus primeros trabajos aparecieron inmediatamente después en la BBC2. Una versión de estos trabajos representados en el West End de Londres hicieron que Adams fuera descubierto por Graham Chapman, de los Monty Python. Ambos formaron una breve asociación, y Adams apareció como autor en el episodio 45 de Monty Python's Flying Circus. Adams colaboraría en otras ocasiones en diversos trabajos del legendario grupo de humor británico.

La gran obra de Adams se empezó a fraguar en 1977: La Guía del Autoestopista Galáctico. The Hitchhiker's Guide to the Galaxy, era originalmente un serial radiofónico de ciencia-ficción y comedia, producido por Simon Brett para BBC Radio 4. Parece que el origen de la saga fue más o menos concebido durante un viaje de Adams por Austria. Sin embargo la historia, aunque planificada en cierto modo desde el principio, fue realmente creada a medida que Adams iba escribiendo, sin un argumento previamente establecido. BBC Radio 4 emitió la primera serie semanalmente entre marzo y abril de 1978, tras el gran éxito, Adams escribió una segunda serie emitida en enero de 1980.

Edición original de
The Hitchhiker's Guide to the Galaxy

Douglas Adams fue literalmente obligado por el éxito a plasmar los guiones radiofónicos en las novelas que le hicieron conocido en todo el mundo y adorado por legiones de lectores ávidos de humor inteligente. Las cinco novelas que pudo escribir hasta su muerte de una de las mejores y más igeniosas sagas de ciencia ficción de todos los tiempos fueron: The Hitchhiker's Guide to the Galaxy (1979); The Restaurant at the End of the Universe (1980); Life, the Universe and Everything (1982); So Long, and Thanks For All the Fish (1984) y Mostly Harmless (1992). En 1993 el productor Dirk Maggs trató de que Adams creara una tercera serie de guiones basados en la tercera novela de la saga, pero ni esta serie, ni las dos posteriores fueron publicadas hasta después de la muerte de Adams, desde 2001 hasta 2005. En la serie se presentan las aventuras de Arthur Dent desde el día en que recibe la noticia de que su casa va a ser derribada para hacer una carretera, y curiosamente la Tierra misma va a ser derribada el mismo día para crear un circunvalación en una ruta interplanetaria. Arthur recorre la galaxia en todas las direcciones, incluyendo la temporal, alcanzando cotas de genialidad hilarante solo explicables y entendibles por aquellos que se decidan a sumergirse en algunas de las mejores páginas de la literatura universal.

Douglas Adams también trabajó en otros proyectos de gran calidad, como la serie de televisión Doctor Who, trabajó con el grupo musical británico Pink Floyd, colaboró en la creación de juegos interactivos de ordenador como HHGG, Labyrinth, Bureaucracy, Starship Titanic; presentó y escribió un programa documental de televisión Hyperland...

Edición original de
Dirk Gently's
Holistic Detective Agency

Pero su obra más importante, aparte de The Guide, fue otra serie de novelas que lamentablemente solo cuenta con dos partes, aunque muy probablemente Adams estaba trabajando en una tercera antes de morir; se trata de Dirk Gently's Holistic Detective Agency (1987), descrita por Adams como "algo así como una historia de fantasmas-horror-detectives-viaje-en-el-tiempo-romántica-comedia-épica, que tiene mucho que ver con el barro, la música y la mecánica cuántica. La segunda novela, The Long Dark Tea-Time of the Soul fue publicada en 1988.

Poco antes de la publicación de la última novela de The Guide, Douglas se casó con Jane Belson, con quien mantenía una relación romántica con fuertes altibajos desde 1981 y se establecieron en Londres. Douglas y Jane tuvieron una hija en 1994; la familia se trasladó desde Londres a Santa Bárbara (California) en 1999, donde vivieron hasta la muerte de Douglas por un ataque al corazón. Tras la desaparición de Adams, su hija y su viuda volvieron a Londres. En mayo de 2002 fue publicada su obra póstuma The Salmon of Doubt, con muchas historias cortas, ensayos, cartas y once capítulos de su última novela, The Salmon of Doubt, que posiblemente iba a ser la tercera en la serie de Dirk Gently.

Un asteroide, cuya denominación original era 2001 DA42, fue renombrado como 25924 Douglasadams en honor del genial escritor inglés. Este asteroide fue elegido porque hacía referencia al año de su muerte, 2001, tenía sus iniciales, DA, y contenía el número 42, un número que juega un papel muy importante en la saga de The Guide; además todos los seguidores y admiradores de Douglas Adams le recuerdan cada 25 de mayo, designado por ellos como El Día de la Toalla. Para entender la referencia, igual que con el número 42, es necesario leer The Guide ;-)

La respuesta a la cuestión sobre
 la Vida, el Universo y todo lo demás

En cuanto a sus creencias sociales y políticas, Adams se declaraba un "ateo radical", convencido de que no hay dios, ya que nunca había visto ninguna evidencia que lo convenciera de lo contrario. Zanjado así este tema, Adams prefería dedicar su tiempo a otras causas como el ambientalismo y la ecología, que fueron los otros pilares de su vida. Sin embargo Adams siempre reconoció su fascinación por las religiones, originada, según sus propias palabras, en el hecho de que "tantas personas, aparte de esto, racionales e inteligentes, a pesar de todo la toman tan en serio". Adams fue un activista ecologista que peleó por la defensa de las especies en peligro de extinción, a lo que dedicó su libro Last Chance to See (Última oportunidad de ver); Adams fue también uno de los más activos colaboradores del Fondo Dian Fossey para la Defensa de los Gorilas, así como del Gran Proyecto Simio.

Os animamos muy encarecidamente a disfrutar de la ciencia, las aventuras y el humor a través de las maravillosas páginas de  The Guide. Si es posible en su versión original en inglés, pero la traducción al españól está maravillosamente cuidada y te vas a reír igual. Ya tardáis. Y nos despedimos con una gráfica  explicación sobre el Día de la Toalla que hemos encontrado en Internet cuyo autor original desconocemos. Si deseas saber más, visita towelday.org


jueves, 18 de abril de 2024

Gigantes de la Divulgación: Carl Sagan

La Ciencia es el procedimiento de búsqueda de la verdad que permite al Cosmos pensar sobre sí mismo. Esta última reflexión no es mía, sino del inmenso astrónomo y divulgador científico Carl Sagan. Porque si la Ciencia es importante, es igualmente fundamental hacerla llegar a toda la Humanidad para que todos podamos maravillarnos y contribuir a la búsqueda continua del Conocimiento.

Por eso hoy dedicamos el segundo artículo sobre grandes divulgadores científicos a uno de los mejores seres humanos, se tome el criterio que se quiera, que jamás hayan existido: Carl Sagan.

Carl Sagan

Nacido el 9 de Noviembre de 1934 en el barrio newyorkino de Brooklyn, hijo de padres judíos, acudió a la universidad de Chicago, donde se licenció en Física en 1955 y obtuvo su doctorado en Astrofísica y Astronomía en 1960. Aquella época fue una de las más propicias para aquellos que amaban la ciencia del Cosmos. Superadas las carestías que la segunda guerra mundial había impuesto en todo el planeta y,  apoyándose en los avances tecnológicos que los ejércitos habían buscado con ahínco en su afán por destruir al adversario, el espacio y su infinita magnitud se mostraron propicios para convertirse en un nuevo campo de batalla, sin duda más pacífico y, sobre todo, más apasionante.

Tras su tesis sobre la atmósfera de Venus, que él definía como un planeta seco y muy cálido debido a su proximidad al sol, participó como científico ayudante en las primeras misiones Mariner de la NASA, las cuales obtendrían información suficiente para confirmar sus hipótesis. A pesar de su empleo como profesor tanto en la universidad de Harvard hasta 1968, como en la de Cornell, continuó apoyando y colaborando en las misiones exploratorias del Sistema Solar. Su entusiasmo y su fascinación por el Universo fue decisiva para lograr que las sondas Pioneer10 y Voyager portaran grabaciones en soporte áureo con información sobre la humanidad, de manera que cualquier ser inteligente que la encontrara, independientemente de dónde se hallara o cuan diferente fuera, pudiera comprender lo que somos y cómo somos.

Sagan en la Universidad de Cornell, 1974

Sus investigaciones se fueron centrando en la astrobiología, intentando comprender la naturaleza de nuestra presencia en el universo y la posibilidad de que la Humanidad no fuera una simple singularidad caprichosa del vasto Cosmos. Comenzó entonces a formular algunas hipótesis sobre la posibilidad de que en las lunas y satélites de Saturno pudiera haber océanos o lagos, haciéndolos potencialmente habitables. Como prolongación de sus investigaciones sobre Venus, estableció un paralelismo entre su atmósfera y los efectos del calentamiento de nuestro planeta debido a la sobreexplotación de las fuentes de energía fósiles que "pueden" convertirlo en un lugar hostil para la vida. Al tiempo no cejaba en su empeño por comprender nuestra soledad cósmica, buscando modos de establecer contacto con otras civilizaciones extraterrestres, promoviendo la creación de radiotelescopios de larga distancia para rastrear comunicaciones que pudieran provenir de seres inteligentes de más allá de nuestro Sistema Solar, implicándose con ello en el Instituto SETI.

Con su amor por la Ciencia y el mundo de la Física a flor de piel, alcanzó la fama mundial en la década de los 80 al presentar para la televisión una serie documental sobre el mundo que nos rodea, visto con la mentalidad científica y racional de la que en muchas ocasiones carecemos. Su serie COSMOS: Un Viaje Personal, estrenada el 28 de septiembre de 1980, fascinó a millones de personas por el modo en que el conocimiento se hacía accesible a través de un medio puesto al alcance de todos, y acercando de un modo fresco y renovado el armazón metodológico con el que hemos levantado nuestro concepto de la existencia humana, libre de supersticiones y prejuicios. 

Sagan, en un capítulo de Cosmos: A Personal Voyage 1980

A través de Cosmos: Un viaje personal, Sagan, nos acercó al recuerdo de viejos conocidos, como Kepler, Copérnico, Einstein... ¿Quién podría olvidar su explicación sobre la relatividad con un muchacho montado en una Vespa que cambiaba de color según el observador, mientras recorría las tranquilas callejuelas de un pequeño pueblo italiano casi a la velocidad de la luz? ¿quién no sentirá emociones de todo tipo cuando nos mostró la lucha y el valor de mujeres aguerridas como Hipatia o Curie, mujeres de un valor indomable que tuvieron que soportar los desprecios, humillaciones y, en algunos casos, la tortura y la muerte a manos de la superstición y la ignorancia? ¿quién no llorará las tristes horas de la humanidad como la destrucción de la Biblioteca de Alejandría? Todo aquello que nos intentó enseñar puede parecernos hoy antiguo, incluso demasiado antiguo, casi tan lejano como los tiempos de la antigua Grecia, pues ya han pasado varias décadas desde entonces, sin embargo sabemos que el viaje aún durará muchas más antes de que termine, porque nosotros sólo somos una pequeña etapa, apenas un suspiro en el espacio-tiempo de un Cosmos demasiado incomprensible.

Durante los siguientes años compaginó su trabajo como astrofísico con la publicación de varios libros, algunos más novelados que otros, exponiendo la Ciencia a una sociedad cada vez menos preocupada por comprender el mundo en el que vive, y en una época en la que la rutinaria monotonía de los viajes espaciales dejó de atraer la atención sobre la inmensidad de estrellas que sostienen la bóveda celeste durante las noches de oscuridad. Nunca dejó de exponer sus opiniones de la manera más razonada y respetuosa posible sobre todo lo concerniente a la Ciencia y su lugar en la sociedad humana: calentamiento global, religión, recursos energéticos, economía, desarrollo humano, política... ganándose con ello pocos amigos entre los individuos irracionales de nuestra especie, pero legión de admiradores entre los amantes de la búsqueda del conocimiento y la armonía entre los seres humanos.

Sagan, en una de sus últimas conferencias 1994

El 20 de diciembre de 1996 y tras una larga y dura lucha contra una variante de la leucemia, Sagan moría a la edad de 62 años en la ciudad de Seattle. Como ocurre con todos aquellos hombres o mujeres que se han dejado arrastrar por la pasión y su irrefrenable amor por la Ciencia, sus opiniones causaron malestar entre la comunidad científica, al considerar su forma de actuar y de comunicarse con el gran público como poco seria. Pero en el corazón de aquel niño que creció leyendo tebeos en los que la vida en los planetas del Sistema Solar no sólo era una posibilidad, sino una maravillosa certeza, germinó el entusiasmo por comprender el Universo de un modo lógico y ordenado. Ese Cosmos opuesto al Caos que loaron los griegos antiguos, le hizo creer que tal vez, sólo tal vez, en algún remoto lugar de la más remota de las galaxias, alimentada por el calor de una estrella poderosa y fuerte, habría sobre la superficie de algún planeta una especie lo suficientemente inteligente como para comprender el mundo que la rodeaba, comprenderse a sí misma y llegar a pensar que quizás, en algún otro lugar similar a aquél, habría un diminuto astro de color azul al que llamarían Tierra.

Para terminar no podemos resistirnos a copiar íntegro uno de sus textos más importantes en referencia a una fotografía mítica: Pale Blue Dot.

Así se llama la fotografía de la Tierra tomada el 14 de febrero de 1990 por la sonda Voyager 1 desde una distancia de 6,000 millones de Kilómetros. En ella la Tierra se ve como una mota de luz casi invisible por el brillo del Sol, y fue tomada por iniciativa de Carl Sagan como última fotografía del Voyager antes de apagar sus cámaras. La reflexión de Carl sobre dicha fotografía es simplemente sobrecogedora:

Pale Blue Dot 1990

Mira ese punto. Eso es aquí. Eso es nuestro hogar. Eso somos nosotros. En él, todos los que amas, todos los que conoces, todos de los que alguna vez escuchaste, cada ser humano que ha existido, vivió su vida. La suma de todas nuestras alegrías y sufrimientos, miles de religiones seguras de sí mismas, ideologías y doctrinas económicas, cada cazador y recolector, cada héroe y cobarde, cada creador y destructor de civilizaciones, cada rey y campesino, cada joven pareja enamorada, cada madre y padre, niño esperanzado, inventor y explorador, cada maestro de la moral, cada político corrupto, cada “superestrella”, cada “líder supremo”, cada santo y pecador en la historia de nuestra especie, vivió ahí – en una mota de polvo suspendida en un rayo de sol.

La Tierra es un escenario muy pequeño en la vasta arena cósmica. Piensa en los ríos de sangre vertida por todos esos generales y emperadores, para que en su gloria y triunfo, pudieran convertirse en amos momentáneos de una fracción de un punto. Piensa en las interminables crueldades cometidas por los habitantes de una esquina del punto sobre los apenas distinguibles habitantes de alguna otra esquina. Cuán frecuentes sus malentendidos, cuán ávidos están de matarse los unos a los otros, cómo de fervientes son sus odios. Nuestras posturas, nuestra importancia imaginaria, la ilusión de que ocupamos una posición privilegiada en el Universo... es desafiada por este punto de luz pálida.

Nuestro planeta es una solitaria mancha en la gran y envolvente penumbra cósmica. En nuestra oscuridad —en toda esta vastedad—, no hay ni un indicio de que vaya a llegar ayuda desde algún otro lugar para salvarnos de nosotros mismos. La Tierra es el único mundo conocido hasta ahora que alberga vida. No hay ningún otro lugar, al menos en el futuro próximo, al cual nuestra especie pudiera migrar. Visitar, sí. Asentarnos, aún no. Nos guste o no, por el momento la Tierra es donde tenemos que quedarnos. Se ha dicho que la astronomía es una formadora de humildad y carácter. Quizás no hay mejor demostración de la soberbia humana que esta imagen distante de nuestro minúsculo mundo. Para mí, subraya nuestra responsabilidad de tratarnos más amablemente los unos a los otros y de preservar y apreciar el pálido punto azul, el único hogar que hemos conocido.

Si no has podido encontrar nuestro planeta en la foto del Voyager 1, a la izquierda tienes una pista.

Y para despedirnos os recomendemos muy sinceramente visionar la serie original Cosmos: Un Viaje Personal, así como sus secuelas protagonizadas por el discípulo y continuador de Sagan, Neil deGrass Tyson (a quien ya dedicaremos su propio artículo): Cosmos: Una Odisea en el Espacio-Tiempo y Cosmos: Mundos Posibles. Así como cualquiera de los libros de Sagan: El Cerebro de Broca, Cosmos, Sombras de Antepasados Olvidados, Un punto azul pálido, El Mundo y sus Demonios: la Ciencia como una luz en la oscuridad o cualquier otro que caiga en vuestras manos.

lunes, 18 de marzo de 2024

Científicas, Matemáticas y Astrónomas: Rosalind Elsie Franklin

Dentro de nuestra serie Científicas, Matemáticas y Astrónomas, hoy presentamos a Rosalind Elsie Franklin, descubridora de la estructura del ADN.

En 1920, en el barrio de Notting Hill de Londres, más dado a ser inspiración de frívolas comedias románticas que de valores científicos, nació una niña de nombre Rosalind. Era un país que aún recordaba el desastre de la Gran Guerra, pero puesto que su padre era un banquero liberal londinense, su posición era más bien desahogada. Vino al mundo en el seno de una familia que le podía brindar grandes oportunidades, su tío paterno fue ministro de interior en el gobierno de 1916, por lo que sus logros, aún siendo mujer en una sociedad de principios de siglo, podían ser ciertamente singulares. Por otra parte, su tía Helen, casada con el fiscal general para el Protectorado Británico de Palestina, era una ferviente sufragista asociada a movimientos sindicales, incluso su tío Hugh, reconocido defensor del voto femenino y cuyas actividades no eran del agrado familiar, estuvieron siempre presentes en su infancia.

Rosalind Elsie Franklin

Durante sus primeros años escolares destacó en ciencias, contraviniendo la excusa eterna según la cual el conocimiento de ciertas materias nos está reservado según nuestro género; así como en Latín, lengua viva muy apreciada entre los ciudadanos del imperio, y que contravenía igualmente la idea de que los idiomas nos corresponden por el lugar en que nacemos. En 1938 ingresó en el Newnham College de Cambridge en la rama de química, iniciando durante esos años sus primeros estudios en espectroscopía. En 1941 sería galardonada como la segunda de su promoción en los exámenes finales, lo que en aquellos días para una mujer representaba un título equivalente al de licenciado; no sería hasta 1947 cuando se equipararía la titulación para hombres y mujeres en dicha institución, siéndoles concedido de manera retroactiva a todas las mujeres graduadas con anterioridad a aquel año.

Sus conocimientos le permitieron acceder a una beca para desempeñar su labor para la Asociación de Investigación sobre los Usos del Carbón Británico, de importancia vital para la economía de las islas, ya que sobre aquella industria se había cimentado buena parte de sus conquistas coloniales. Sus conclusiones sobre la estructura del carbón permitieron una mejor clasificación de los distintos tipos de mineral atendiendo a sus aplicaciones como combustible, algo que sería primordial para el esfuerzo de guerra. Sobre dichos trabajos presentaría su tesis doctoral y sería en 1945 cuando se le otorgaría el título correspondiente. Los contactos que en aquellos años estableció con el gran número de científicos refugiados en Inglaterra a causa de la Segunda Guerra Mundial la llevarán al final de la misma a viajar al continente.

En el otoño de 1946, el científico galo Adrienne Weill la presentó al director del Centro Nacional de Investigaciones Científicas del gobierno francés y éste, finalmente, la pondría en contacto con el Laboratorio Central de Servicios Químicos del Estado en París, donde se incorporaría el 14 de febrero de 1947 como uno de sus quince investigadores. Allí, de la mano de Jacques Mering comenzaría el estudio de materiales amorfos mediante cristalografía de rayos X. Puesto que sus conocimientos estaban basados en el carbón se ocupó de investigar la variación del comportamiento de la estructura molecular de éste en su conversión en grafito.

Rosalind, durante su época en Francia

Su trabajo en Francia finalizaría en enero de 1951 y, de vuelta en Inglaterra, comenzó a estudiar el derivado del la química orgánica basada en el carbono que más interesaba al ser humano, el propio Ser Humano. Se unió así en aquel año a la unidad de Biofísica del Consejo de Investigaciones Médicas del King's College de Londres. Inicialmente su trabajo debería haberse centrado en los estudios de lípidos y proteínas, pero se le encomendó, sin embargo, el estudio bajo radiación de la estructura del ADN, puesto que era la única investigadora del centro con conocimientos en difracción mediante rayos X. 

Con anterioridad a ella, desde Mayo de 1950, Maurice Wilkins y Raymond Gosling habían iniciado con pobres medios el estudio de dicha estructura, pero sería a partir de 1951 cuando Rosalind se encargaría de la dirección de la investigación, además de guiar la tesis del propio Gosling. Dicho encargo generaría serias fricciones en el equipo, a parte de la falta de tacto del director del centro al no comunicar dicho cambio a los propios interesados, Wilkins y Gosling, no sería raro suponer que el hecho de que dicha responsabilidad recayera sobre una mujer recién regresada del extranjero, por muy preparada que estuviera, fuera a ser aceptada en aquellos tiempos por Wilkins sin cierto recelo.

Las mejoras que Rosalind fue introduciendo en la técnica de obtención de las imágenes del ADN crearon en Wilkins un resentimiento que le llevaría a calificar la actitud de Rosalind como de fría superioridad. Existía además entre ellos diferencias de carácter que se volvieron insalvables: a la tenacidad, concisión e impaciencia de Rosalind, se oponían la timidez y calma de Wilkins. A pesar de todo ello, Rosalind y Gosling, descubrieron que las fibras de ADN se comportaban de modo diferente en presencia de un medio acuoso. Este hecho y la compleja situación de relaciones personales en el equipo, hizo que el director del centro optara por separar ambos estudios, encargando a Rosalind y Gosling las investigaciones sobre uno de los comportamientos del ADN y a Wilkins sobre el otro. A finales de 1951, Wilkins estaba convencido de que ambos estudios llevarían a confirmar una forma de doble hélice del ADN, por el contrario, Rosalind opinaba que únicamente el tipo de ADN estudiado por Wilkins era helicoidal. Sin embargo, en enero de 1953, Rosalind confrontando los resultados de ambos estudios apoyaría la teoría de que en ambas situaciones el ADN compartía la misma estructura. El 6 de marzo de 1953, Rosalind presentó dos manuscritos exponiendo y confirmando los resultados de Wilkins, un día antes de que James Watson y Francis Crick completaran su modelo. La publicación prevista para sus propios estudios quedaría traspapelada durante varios años en su despacho del King's College.

Fotografía 51,
 que muestra el patrón de difracción
 por rayos X del ADN

Antes de aquellas publicaciones, el 30 de enero de 1953, Watson acudió al King's College para convencer a Rosalind de la necesidad de trabajar juntos con el fin de resolver el dilema de la estructura del ADN, tras percatarse de que el modelo propuesto por Linus Pauling era incorrecto, y tomar así ventaja sobre él antes de que se percatara de su error, sin embargo no obtuvo ningún éxito al acusar a Rosalind de ser incapaz de interpretar sus propios resultados. Ante el enfado y la negativa de Rosalind, Watson acudió al despacho de Wilkins, quien para intentar conciliar a su viejo amigo le mostró, sin permiso de Rosalind, la Fotografía 51. De este modo, si bien la cooperación entre Watson y Crick, con la participación de Wilkins, había servido para inspirar la interpretación del modo en que se estructuraba el ADN, no sería sino gracias a las fotografías de rayos X realizadas por Rosalind y Gosling que se determinaría la certeza completa sobre este hecho. Rosalind siempre había afirmado que un modelo teórico no puede comenzarse hasta que los datos experimentales sean suficientes como para imaginarlo. El 28 de febrero de 1953 Crick consideró oportuno afirmar mediante los sistemas tradicionales de información británicos, esto es, en el pub local, que habían descubierto el secreto de la vida, aún sin tener la confirmación experimental suficiente.

Y fue así, cómo el 7 de marzo de 1953, Watson y Crick dieron por finalizado su modelo, tras recibir una carta el día anterior de parte de Wilkins informándoles de que Rosalind había abandonado el King's College por el Birkbeck College y que por tanto tenían las manos completamente libres para revisar sus estudios. Semanas después, en abril de 1953, Rosalind solicitó a Watson permiso para observar su modelo, manteniendo aún ciertas suspicacias sobre la exactitud del mismo y considerando que aún se precisaban más observaciones experimentales para afirmarlo.

Rosalind, en 1955

Su incorporación al Birkbeck College para realizar estudios sobre la estructura viral, en especial en el medio vegetal a cargo del Centro de Investigación Agrícola se debería a J.D.Bernal, irlandés comunista, ardiente defensor de la inclusión de mujeres en los departamentos científicos británicos. Durante los años siguientes se ocupó de examinar la estructura de otro componente esencial en la transmisión de la información genética, el ARN, parte fundamental de la existencia de los agentes virales. En 1956 durante una estancia en Estados Unidos por motivos laborales su salud se resintió y en septiembre de aquel año le fueron extirpados dos tumores abdominales. Incluso durante el tratamiento Rosalind continuó trabajando al frente de sus investigaciones, ocupándose su grupo de trabajo del estudio de la polio.

Sin embargo, a finales de 1957 su deterioro era ya inevitable, en abril del año siguiente, con apenas 37 años, Rosalind fallecía a consecuencia de una neumonía agravada por un cáncer de ovario, enfermedad supuestamente generada por la exposición continuada a las radiaciones procedentes de los arduos experimentos que había llevado a cabo, de un modo similar a cómo le había acontecido a Marie Curie. Sobre su tumba, sus padres, que la sobrevivieron dejaron escrito: Sus investigaciones y descubrimientos sobre los virus permanecerán como un beneficio duradero para la humanidad.

Los primeros datos públicos generales sobre la teoría de la doble hélice de ADN no aparecerían hasta 1960, y sólo a partir de 1962 comenzaría a ser ampliamente aceptada. Afinar y confirmar la teoría había llevado siete largos años, y fue la enemistad con Rosalind, frente a la amistad con Wilkins, además del hecho de haber sido éste el iniciador de los estudios con rayos X sobre el ADN los que llevarían a Watson a apoyar la inclusión de Wilkins en la candidatura conjunta a los premios Nobel ese mismo año. Para Rosalind, sin embargo, ya era demasiado tarde.

James Watson, Francis Crick
Rosalind Franklin y Maurice Wilkins
¿Quién NO recibió el Nobel por el descubrimiento
de la estructura del ADN?

Una vez más la naturaleza cruel de la humanidad gobernada por el sentido masculino de la historia la privaría del justo reconocimiento. Era imposible que Rosalind recibiera el Premio Nobel ya que no se concede de manera póstuma, pero ni tan siquiera durante el discurso de agradecimiento ni Watson ni Crick citarán su nombre; sólo Wilkins hará una leve referencia a la gran aportación de Rosalind, pero nada más. Pues bien, queden para ellos los honores y los galardones, quédense con sus despachos y su misógina existencia que presupone a los hombres las grandes ideas y reserva a las mujeres el sacrificio y el esfuerzo diario que las sostiene y que las arrastra a morir antes de tiempo, y déjennos a nosotros el recuerdo y la admiración hacia una mujer cuya inteligencia, tozudez y dedicación nos llevó a ver lo más profundo de nosotros mismos. Y no, no se trata de nuestra alma.

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